Helicobacter pylori | Un problema aun no resuelto.
Se estima que el 50% de la población pueda tener infección de Helicobacter pylori«. «Es una bacteria que vive en nuestro estómago y en nuestro duodeno de forma crónica, siendo la infección bacteriana más frecuente en seres humanos«. Es posible que estos datos suenen en cierta medida alarmantes, pero deben ser tomados con cautela, principalmente porque «no todos los seres humanos que presentan la infección van a presentar síntomas digestivos o extradigestivos».
La cantidad de personas que enferma por esta bacteria es, en realidad, relativamente pequeño, en relación con el número total que la tienen en su estómago. La relación entre el huésped (la persona) y el Helicobacter pylori es compleja; la aparición de síntomas depende de esta relación, junto con el ambiente y otros factores no relacionados todavía. También depende del tipo de cepa, que será determinante, además, para marcar el posible nivel de gravedad de la infección. De esta manera, la gravedad de la enfermedad no es igual en todas las personas, incluso sabemos que existen personas que no desarrollan una evolución de la gastritis hacía unas lesiones más complejas.
Esto se traduce en que, pese a lo común de la infección, no «todos los pacientes desarrollan los mismos síntomas, incluso los hay que no llegan a presentar síntomas en ningún momento a lo largo de su vida».
El H. pylori puede causar gastritis crónica activa y gastritis atrófica. Además, varios estudios en humanos han demostrado una asociación clara entre la infección por H. pylori y el adenocarcinoma gástrico. La agencia internacional de la investigación del cáncer cree que el 36-47% del cáncer gástrico es atribuible al Helicobacter pylori. A pesar de la clara asociación, solo una minoría de individuos infectados desarrollará cáncer. «Se cree que la modulación de los efectos de la infección por factores externos, principalmente ambientales, influyan en el desarrollo del proceso neoplásico».
Además, «el Helicobacter pylori está relacionado claramente con el linfoma gástrico. El 3% de todos los tumores gástricos son linfomas, y el 10% de todos los linfomas asientan en el estómago. El subtipo del linfoma gástrico se denomina linfoma tipo MALT (tejido linfoide asociado a la mucosa). La evidencia más clara de esta relación es que en ocasiones este linfoma se cura con la eliminación del Helicobacter«.
Helicobacter pylori | síntomas y diagnostico
Los síntomas más comunes asociados a la infección de Helicobacter pylori son nauseas o vómitos, falta de apetito, eructos excesivos, sensación de estómago lleno, dolor abdominal, pérdida de peso… Ante la presencia de molestias debemos acudir inmediatamente a un profesional.
En la actualidad están disponibles métodos muy simples y eficaces para el diagnóstico de esta infección. Por lo general, se realiza mediante test no invasivos, como el test del aliento, que emplea una sustancia para detectar esta infección, o un análisis de heces (test del antígeno en heces fecales para el Helicobacter pylori).
¿Cuáles son los síntomas?
- Dolor abdominal en el estómago, sobre todo al haber comido, después de una hora
- Se siente dolor nocturno cuando el estómago está vacío
- Eructos y regurgitación, náuseas y vómitos
- Dispepsia y digestiones difíciles
- Sensación de hambre
- Dolor al presionar el epigastrio
- Mal aliento
La infección sobre el H. Pylori, puede afectar al Sistema Nervioso Central, y a la motilidad esofágica, el grado de reflujo gástrico, la evacuación gástrica, acidez gástrica y el flujo sanguíneo.
Helicobacter pylori | Tratamiento natural
No existe un tratamiento eficaz 100% para erradicar esta bacteria, actualmente la aplicación de la triple terapia, la cuádruple terapia, y en algunos casos la terapia de rescate todas conllevan altas dosis de antibiótico, y debido a los consiguientes efectos colaterales que producen estos tipos de tratamiento, «no deberemos tratar a personas sin síntomas«, ni siquiera a los que tengan parejas, hijos o padres que hayan sido diagnosticados. El único caso exento de esta premisa es aquel en el que haya antecedentes familiares de cáncer de estómago, ya que «esta bacteria aumenta el riesgo de este tipo de cáncer».
Recientemente existen gran variedad de tratamiento o remedios naturales para combatir esta bacteria.
Lo importante es la prevención
Hay que tener en cuenta que se trata de una bacteria que se transmite principalmente por agua y alimentos contaminados; por lo que hay que extremar las precauciones en este sentido».
Seguir una dieta correcta y unos hábitos higiénicos son claves para combatirla. «Si mantenemos una serie de medidas preventivas a la hora de cocinar, como manipular adecuadamente los alimentos, mantener unas condiciones de higiene correctas (lavándonos con frecuencia las manos) y otras medidas como beber agua de fuentes limpias y seguras, podemos prevenir su contaminación. Además, la dieta es clave en el éxito del tratamiento de la infección de Helicobacter pylori, junto a otros hábitos de vida saludable como practicar ejercicio regularmente y dormir las horas necesarias. También para su prevención, llevar una alimentación equilibrada hará que nuestro sistema inmune sea menos vulnerable. Así, estas sencillas pautas dietéticas.
- Intenta hacer comidas de fácil digestión. Para ello, aumenta el número de comidas al día, pero reduce la cantidad de las raciones.
- Come despacio.
- Elimina el picante, la bollería, los alimentos ricos en grasa (lácteos enteros, embutidos y carnes rojas), el azúcar…
- No comas o bebas alimentos muy fríos o muy calientes.
- Evita alimentos muy flatulentos como, por ejemplo, la coliflor, el repollo, las coles de Bruselas o las alcachofas.
- Evita los cítricos y todo alimento que pueda ser ácido como la naranja o el tomate.
- No tomes bebidas con gas, alcohol o café.
- Mantén unos buenos métodos de cocinado, y elimina los fritos y los rebozados.
Preguntas frecuentes que nos pueden surgir después de haber terminado el tratamiento contra la infección por Helicobacter pylori.
- He acabado el tratamiento hace varios días y todavía me duele el estómago, ¿por qué?
Es muy habitual que, aunque hayan pasado, a veces, hasta tres semanas después del tratamiento todavía se puedan sentir los síntomas, ya que la irritación que ha provocado la bacteria necesita su tiempo para curarse. Se ha de tener paciencia, procurar estar tranquilo, hacer una dieta sin excesos y de fácil digestión.
- ¿Cuánto tiempo pueden durar estos síntomas?
Algunas personas sienten dolor pocos días después del tratamiento, pero otras hasta varios meses, sobre todo cuando se está muy estresado o se padece ansiedad.
- Tengo dolor en la espalda también, ¿a qué se debe?
La mayoría de las veces este dolor de espalda es un dolor reflejo del que se siente en el estómago.
- He acabado el tratamiento, el médico me ha hecho de nuevo la prueba y ha vuelto a salir la bacteria, ¿por qué?
Algunas veces no se consigue erradicar la bacteria en el primer tratamiento y es necesario repetirlo, no quiere decir que la infección no se vaya a erradicar, sino que es más resistente o el tratamiento no ha sido lo suficientemente potente.
- ¿Qué tengo que comer?, he perdido el hambre y estoy adelgazando mucho
Es importante que sea dieta blanda y suave, de fácil digestión, sin grasas ni picantes, como purés, sopas, o alimentos blandos, poco a poco se irán incrementando e incorporando otros alimentos, aunque siempre hasta la total recuperación evitar todos los excesos, sobre todo picantes
- Siento mucha angustia y estrés, ¿no me voy a curar nunca?
Muchas personas sienten angustia y estrés, lo que evita que se puedan recuperar antes, es importante procurar estar relajado, y no pensar continuamente en esta infección, aunque sea difícil, procurar hacer vida normal siempre que se pueda. Y sí, te vas a curar, es cuestión de dejar pasar el tiempo.
- ¿Puedo tomar probióticos a la vez que el tratamiento con antibióticos?
Es preferible tomarlos cuando se haya terminado el tratamiento para ayudar a mejorar el sistema inmunitario.
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